Seguridad preventiva

Cuando formaron sus grupos primigenios, tales como familia, comunidades, tribus, etc., sus preocupaciones se acrecentaron de modo proporcional, llevándolo a establecer códigos adecuados a la incipiente convivencia.

Con el pasar del tiempo, la evolución natural del ser humano también incrementó las desmedidas actitudes de aquellos que, lejos de acatar el orden establecido, pugnaban por apropiarse inadecuadamente de las posesiones de terceras personas, poniendo así en riesgo sus vidas, su seguridad y su tranquilidad.

Esto llevó a que se fuesen modificando aquellas prehistóricas disposiciones "no escritas" para comenzar a compilarlas en códigos adecuados, de cumplimiento obligatorio y control a cargo de los estados flamantes en sus distintas modalidades.

Pero entonces cabe hacerse una sencilla pregunta: ¿No existió o no existe aún algo que brinde seguridad a las personas y sus bienes, para no llegar a la comisión del delito?

La respuesta es una sola: si, la prevención. Esta simple palabra por sí sola no es efectiva, pero cuando se imparten directivas claras a las personas encargadas de emplearla, la sociedad puede descansar tranquila, pues su sola aplicación disminuirá sensiblemente el riesgo de sufrir un ilícito, y en caso de ocurrir facilitará la individualización y detención del o los responsables, coadyuvando entonces a que se imparta la justicia correspondiente.